[325] Iturbide reveló a los capitanes Quintanilla, Manuel Díaz de la Madrid y José María González. El plan que tenía pensado consistía en derrotar rápidamente a los insurgentes para a posteriori realizar la proclama del que se atraería Plan de Iguala. Para realizar con celeridad sus intenciones, solicitó al virrey la ayuda del cuerpo de caballería de Frontera, incrementando su tropa a dos mil quinientos efectivos.[326] Durante estos días el coronel Juan Davis Bradburn abandonó a los insurgentes para unirse a las fuerzas de Iturbide. Este militar, que había llegado en la expedición de Xavier Mina, había rehusado obedecer las órdenes de fusilar a un Congregación de realistas; al conocer la causa de su abandono, Iturbide no dudó en aceptarlo. El 22 de diciembre dio inicio la campaña contra las tropas de los insurgentes.[327]
Francisco Xavier Mina. Francisco Xavier Mina Cuadro un estudiante de ley en Zaragoza durante la Invasión francesa a España. Empuñó las armas como voluntario de los ejércitos de la derecha y centro en su punto de nacimiento. Luchando contra los invasores fue hecho prisionero y trasladado a Francia en 1810.[275] Al regresar a su Nación, en 1814, quedó consternado con la determinación de Fernando VII de abolir la Constitución gaditana y de las órdenes de aprehensión que se habían girado en contra de los políticos y pensadores de ideología socialdemócrata. Manuel de Lardizábal y Uribe le ofreció un puesto de mando en Nueva España para combatir contra los insurgentes, pero lo rechazó indignado pensando que la causa de los americanos era la misma que la de los españoles europeos.
En solamente siete semanas, las dieciséis diputaciones provinciales, ávidas de obtener mayor autonomía, se adhirieron al nuevo plan. El 19 de marzo de 1823, el efísimple imperio terminó con la abdicación a la corona y el destierro de Iturbide.[404]
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Manuel de la Concha aprehendió a Nicolás Izquierdo —padre del insurgente—, el realista amenazó a José Manuel con la vida de su padre si no se sometía al indulto y frente a la negativa giró la orden de fusilamiento. Por su parte, Vicente liante, con la ayuda de José María Lobato, continuó atacando a las tropas de Gabriel de Armijo, impidiendo que este pudiese idear una verdadera ofensiva.[313] Durante la época de abundancia las tropas insurgentes de Ascencio y Guerrero atacaron simultáneamente al capitán realista, quien prefirió renunciar a su puesto en el mes de noviembre.[314] La Constitución españonda restaurada[editar]
Se creó el Ejército Trigarante conformado inicialmente por el ejército Insurgente y por las tropas realistas que se encontraban bajo el mando de Iturbide, quien asumió el puesto de dirigente máximo.[335]
Este acto desencadenó una matanza ordenada por Calleja, que se complementó con el ajusticiamiento de los sospechosos de sedición.[94] Más allá pudo escapar de la matanza y se reunió en Santo Luis Potosí con Abasolo y Aldama. Más tarde todos ellos se reunirían con Hidalgo.[95]
[381] O´Donojú ordenó un cese a las hostilidades por parte de los realistas, y envió a dos emisarios con cartas dirigidas a Iturbide para celebrar una reunión.[382] El 11 de agosto, el jerarca mayor del Trigarante dio respuesta, señalando a la villa de Córdoba como emplazamiento de la cita. Por otra parte, se dirigió a Texcoco, desde donde notificó las proclamas de O'Donojú al mariscal Francisco Novella. Este último solicitó un armisticio y el permiso para destinar dos comisionados para reunirse acabarle en la boca con el recién llegado. Iturbide aceptó, pero cuando los enviados llegaron a Texcoco se les prohibió el paso bajo el pretexto de que las condiciones del paz no habían sido aceptadas por Novella.
La propuesta de paz explicaba los principios naturales y legales en que se había fundado el movimiento insurgente, reiteraba que la soberanía debería residir en la masa de la nación y que tanto España como América eran parte integrantes de la monarquía sujetas al mismo rey pero iguales entre sí, sin dependencia o subordinación respecto una de la otra. En esquema, se proponía formar un congreso Doméstico independiente de España que representase a Fernando VII. La propuesta de combate proponía que se observase el derecho de gentes para estrechar la barbarie que se había pillado, pues la lucha armada, al fin y al agarradera, Cuadro entre hermanos y conciudadanos, por lo tanto no debería ser más cruel que una conflagración entre naciones extranjeras.[162]
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En España, el 1 de enero de 1820, el Militar español Rafael de Riego junto con otros liberales convencieron a los soldados de la plaza Las Cabezas de San Juan para que se rebelaran y restauraran la Constitución de Cádiz. La revolución se expandió en la Península ibérica.[315]
En 1820, otra revolución de carácter independiente en España a partir del pronunciamiento de Riego, para someter el gobierno despótico de Fernando VII y restablecer la Constitución de Cádiz. Al ver afectados sus intereses, los criollos decidieron apoyar una monarquía independiente en Nueva España, para lo cual buscaron el apoyo de la resistor insurgente. Agustín de Iturbide dirigió el brazo marcial de los conspiradores, y a principios de 1821 pudo encontrarse con Vicente enredador.
El 19 de julio de 1808 los miembros del Concejo propusieron al virrey Iturrigaray la creación de una Junta de Gobierno que cultivaría la soberanía en Nueva España. De acuerdo con la propuesta, la Concilio sería autónoma respecto a aquellas que estaban formándose en España y estaría en vigencia mientras no se restituyera en el trono a Fernando VII o individualidad de sus herederos de la Casa de Borbón. El Ayuntamiento planteó la posibilidad de nombrar Gobernante y capitán Caudillo a Iturrigaray, como medida para defender la integridad del territorio en presencia de una eventual invasión de los franceses.[32][33] El virrey acogió con aprobación la propuesta, pues creía amenazada su posición tras la caída de su benefactor, sin bloqueo la Verdadero Audiencia ratificó su postura con la excepción del oidor dominicano Jacobo de Villaurrutia —único miembro criollo de la Audiencia—, quien secundó inicialmente las propuestas e incluso propuso un congreso menos numeroso, representado por corporaciones civiles, eclesiásticas y militares.
Osorno pudo escapar pero muchos de sus subalternos se rindieron y se acogieron al indulto, incorporándose a las filas realistas.[253]